El pasado sábado, 11 de julio, tuvo lugar la misa funeral para despedir al Hijo Predilecto de La Puebla de Alfindén.
Vecinos de La Puebla, antropólogos venidos de diferentes puntos de España y autoridades acompañaron a la familia en la despedida al antropolólgo alfindeño Carmelo Lisón, en una misa funeral celebrada el sábado, 11 de julio.
Lisón falleció el pasado 17 de marzo, a los 90 años de edad, después de mantener en diversas ocasiones un pulso a la vida, pero debido a la crisis del coronavirus, hasta este sábado no se pudieron despedir sus restos mortales, que descansarán junto a los de su familia en su localidad natal.
Carmelo era Hijo Predilecto de La Puebla de Alfindén, un admirable antropólogo y, sobre todo, una excelente persona. Académico numerario de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Doctor en Antropología Social por la Universidad de Oxford, Honorary Fellow of the Royal Anthropological Institute of Great Britain and Ireland, Medalla de Plata de Galicia y Premio Aragón a las Ciencias Sociales y Humanas, condecorado en la Casa de Velázquez por el Estado Francés, así como doctor honoris causa por las Universidades de Burdeos y Murcia. La Fundación Lisón-Donald agradece las numerosas muestras de dolor ante el fallecimiento de su presidente y fundador. “Nos queda su obra y su legado para seguir adelante y tratar de entender y comprender la Humanidad desde la Mirada Antropológica”, han declarado los Patronos y Amigos de la Fundación. Descanse en Paz.
Carmelo Lisón publicó una extensa y detallada obra, rica en etnografía
Carmelo presentó su tesis en Oxford, Belmonte de los Caballeros. Anthopology and History in an Aragonese Community, en 1966 y reeditada en Princeton en 1983. Desde aquella tesis, Carmelo ha seguido publicando una obra inmensa, densa, rica en etnografía y elaborada con paciencia. No es posible comprender la historia de la antropología en España sin la figura de Carmelo Lisón. Después de Oxford, estuvo un breve período de tiempo en el Museo de Antropología de Atocha y en el Instituto de la Opinión Pública, momento en el que Carmelo Lisón introdujo la moderna Antropología Social en la Universidad de Madrid.
Lisón estudió la Inquisición, las brujas, el pasado de Aragón y Galicia, el diálogo entre los nativos americanos y los dominicos, o entre los jesuitas y los bonzos japoneses del siglo XVI, diálogo entre culturas y entre creencias distintas, cuyo esfuerzo interpretativo ilumina los problemas interculturales contemporáneos. Podemos destacar su obra en antropología de la Salud, su experiencia en el estudio de campo del presente, a lo largo de más de diez años, conversando sobre la enfermedad, tratando de interpretar el mundo de la Galicia rural desde sus valores y creencias culturales, y que hoy consultan antropólogos y terapeutas de todo el mundo.
Lisón ha estudiado el significado de las cosas desde el punto de vista de las creencias, cultura, emoción, espíritu, experiencia, rito, símbolo o valor. Una vez al año organizaba un encuentro con sus colegas para discutir sobre investigaciones en marcha, en la Casa de Velázquez, en Sigüenza, en Jaca, en Granada y en Valencia. Así creó una universidad paralela e itinerante cuyos frutos se tradujeron en libros colectivos y en un diálogo entre europeos, americanos, japoneses y chinos que abrió las puertas de la antropología al mundo.
El antropólogo ha donado toda su obra a la Fundación Lisón-Donald.


