Historia

Siglos de vida

La Puebla de Alfindén está situada en la depresión del Ebro sobre depósitos cuaternarios. Cercana al río Ebro, en la margen izquierda, y próxima a la desembocadura del Gállego, se encuentra a 12 kilómetros de la capital aragonesa. La extensión de su término municipal es de 17,5 kilómetros cuadrados (Km2), limitando al norte con Villamayor, al sur con Pastriz, al este con Alfajarín y al oeste con Zaragoza.

  • Alta Edad Media
  • Baja Edad Media
  • Edad Moderna
  • Edad Contemporánea

Orígenes

Es posible que La Puebla de Alfindén fuera habitada por íberos y romanos como una prolongación de la ciudad de Zaragoza, formando parte de su término municipal. Hasta la fecha, la principal constatación de esta hipótesis son las monedas, tanto íberas como romanas, encontradas en el término de Alfindén.

Edad Media Alta

Las Monedas

Las monedas a las que hago referencia fueron encontradas por un vecino de La Puebla en el termino de Alfindén. De ellas, por su tamaño (y valor en su época), destacan dos. Una íbera (un “as”), posiblemente correspondiente al siglo IV a. C y acuñada en Huesca. En su anverso aparece la silueta de una cabeza humana y la letra “bo”, y en el reverso un caballo alado saltando.

La otra es romana, fechada entre los años 161 a 180 d. C. Se trata de un sestercio y representa en su anverso a Faustina Augusta júnior, esposa de Marco Aurelio.

Si bien, son 16 los documentos encontrados, recojo por su interés los dos primeros, los cuales datan de 1145 y 1150.
El de 1145, se halla en la Colección Diplomática de Grisen. El documento que hace referencia a Alfindén aparece con una pequeña nota aclaratoria en la que comenta que es el traslado del Testamento de Sancho Galinz de Garrasa.
De dicho texto, lo referente a La Puebla dice así:

….y dejo las casa de Zaragoza con su heredad y la heredad de Alfindén en su integridad y la heredad de Aguas en su integridad..”
El segundo corresponde al mes de Agosto de 1.150 y es la venta de Enego Ariuel y su mujer a Don Ferrer y su esposa, de una herencia en Alhinden. Dice así: En nombre de Dios . Yo Enego Ariuel y mi esposa Donoro, juntamente con nuestros hijos , vendemos a vosotros, don Ferrer y vuestra esposa Doña Loba, una heredad nuestra que tenemos en Alfindén que fue de García Bello y que le dio Don Rodrigo. Así os vendemos todo, yermo y poblado y es el precio de LXXXX sueldos en moneda jaquesa . La dicha heredad os vendemos toda yerma y poblada hasta el aqua y la hierba, para que la tengáis y poseáis vosotros y toda vuestra descendencia por todos los siglos. Y este haber fue dado siempre en mano y en nosotros nada quedó. Y esa moneda jaquesa era de IIII dineros. Y son fiadores en la plaza de Zaragoza : Don García Cez de Asin y García Bello.
Y son testigos de este escrito: Román Caualgador, Pardo Zabbater y Martín Zabbater y don Ordono y Nicholauy del Barrio de San Egidio y Jenes Mozaraui y Blascho López.
Hecha la escritura en el mes de Agosto, era Mª Cª LXXXVLLLª, siendo Raimundo Gerengario conde de Barcelona y Princ. aragonés, marques de Tortosa y duque de Lérida; García Ortiz, señor en Zaragoza y en Aranda; el conde de Pallares en Ricla ; Artal en Aragón; Galin Xemenz en Belchite; el obispo Bernardo en Zaragoza; Juan Didaz zavalmedina en Zaragoza y fue la minuta (impuesto) VI sueldos menos II dineros.”

La primera grafía del pueblo es con el topónimo Alfindén, el documento, fechado en 1145, es por tanto, posterior a la reconquista cristiana. Durante este periodo, contamos con 16 documentos aludiendo al poblado, el cual, estaba ubicado en el término de Zaragoza, llamado Alfindén. Habitado por unas 40 o 60 familias, en él había riegos y acequias y entre sus cultivos se producían los olivos y el trigo.

Eclesiásticamente, el pueblo pertenecía al arzobispado de Zaragoza y, al menos, desde 1203 tenía Iglesia. Llamada Iglesia de Santa María de Alfindén, creemos que era lo que con posterioridad fue la ermita dedicada a la Virgen de Alfindén, ubicada en el término del mismo nombre, en el lugar donde se colocó un monolito en recuerdo de su existencia.

C. Lisón, al hacer comentarios de esta época, señala que el pequeño poblado con sus campos perteneció a la Iglesia de Santa María del Pilar de Zaragoza. Analizando la información de los documentos sobre las tierras, en esta misma época, tuvieron tambien propiedades en Alfindén, entre otros, la Orden de San Juan de Jerusalén, Don Pedro Ximenez de Urrea, el Hospital de Peregrinos y el Hospital de Santa María La Mayor. Este último perteneciente a la Iglesia del mismo nombre, actualmente, Basílica del Pilar.

El Castillo

Según consta en los documentos en Marzo de 1169, nuestro pueblo tenia un castillo.

La primera constancia que tenemos haciendo referencia al castillo, aparece en un documento fechado en Marzo de 1.169, en el cual Pedro de Urrea vende a Miguel Sanz y Toda una heredad en Alfindén. El documento, escrito en latín, esta todavía sin traducir pero se entiende con claridad que hace referencia a un castillo. Este, creemos, estaba ubicado en lo que actualmente se conoce como la loma de castillo.

La Iglesia de Santa María de Alfindén

Hace, al menos, 800 años que los alfindeños cuentan con la existencia de una iglesia. La información que hace referencia a ella aparece en un documento con fecha del 21 de noviembre de 1.203, en el que “García Navarro, cede tres campos a la Iglesia de Santa Maria de Alfindén, para dotar a un sacerdote que celebre sufragios para su alma y la de sus padres». Entre los testigos al firmar el documento figura: “Dominicus capellanus d`Alfindén”.

Baja Edad Media

A comienzos de esta época, concretamente en 1.315, Fernán Pérez de Pina y Teresa de Pomar venden La Puebla de Alfindén al Concejo de Zaragoza por 13.000 sueldos. En el documento de venta se puede observar que La Puebla, durante un tiempo, posiblemente breve, fue de señorío laico y entre sus pertenencias había un castillo, un molino de harina y un horno.

El documento de compra al que nos referimos dice así:

Fernán Pérez de Pina et Teresa de Pomar cónyuges señores de La Puebla venden el castillo y lugar de La puebla de Alfindén con sus términos con todos los vasallos allí estantes y con todas las casas con calles guertos casalicios allí y en sus términos estantes fornos molino campos viñas parados y otras possesiones yermos y con readas con los montes de aquellos y aquellos pertenecientes y las cequias y riegos drento su termino estantes e con el mero mixto imperio con la jurisdicción alta y vaxa civil y criminal al concello y universidad de Caragoçca e por aquellos al puente mayor de aquella por treze mil sueldos”.

Advertir, que a partir de esta fecha, aparece el nombre completo de nuestro pueblo, La Puebla de Alfindén.

Además del cambio de nombre, el poblado en algún momento de este periodo cambió de ubicación, situándose aproximadamente a un Kilómetro y medio de la situación original. Tenía ya varias calles y sus habitantes debían ser unos cien. Entre sus recursos, contaba con huertos en torno a las casas, acequias y riegos que producían vino.

Al realizarse la compra, La puebla de Alfindén, pasó a formar parte del Señorío de Zaragoza, al igual que ya lo eran Longares y María de Huerva y que lo serían otras poblaciones, como Zuera y sus aldeas. Así mismo, e igual que Longares, Cinco Olivas y Alforque, era lugar del puente Mayor (el actual puente de Piedra).

Los Privilegios de la Población

En 1.321, seis años después de que se realizara la compra, la ciudad de Zaragoza concedió a La Puebla el llamado privilegio de población, en el que se fijaba el marco de relaciones entre ambas partes, o lo que es lo mismo, establecía el ejercicio del señorío de la ciudad.

Como en otras concordias (lo hizo también con Longares, Zuera y Pertusa), los vasallos reconocían explícitamente los vínculos que los unían con la ciudad y representaba un reconocimiento de identidad colectiva, otorgando a nuestro pueblo competencias sobre el Gobierno Municipal y delimitando con claridad las prestaciones señoriales que habían de satisfacer.

Según la copia del documento en el que se otorgó dicho documento, la ciudad estableció:

Dase a los pobladores de La Puebla los quinyones de tierra que allí tuvieren debaxo de ciertos cargos y serbidunmbres reducidos por virtud de un acto de arrendamiento perpetuo de las rentas de dicho lugar.

Fue concordado por los de la ciudad y los de La Puebla que por las rentas que habían de pagar en virtud del privilegio de la población pagasen en cada un año perpetuamente a la Ciudad mil y dozinentos sueldos el primer día de Janero”.

Otras servidumbres del pueblo fueron:

  • 300 sueldos por la utilización del molino harinero, a pagar cada primero de noviembre.
  • 150 sueldos por razón del maravedí .
  • Pagarán por las calonias de homicidios y otras que por razón del dominio, dominicatura y jurisdicción universal se deben a la ciudad.
  • Contribuirán también a sufragar los gastos de la coronación de los reyes y reinas y en defensa de los privilegios de la ciudad.
  • Cooperarán por hueste y cabalgada, es decir, contribuirán al ejército del rey cuando esté en campaña contra los moros.
  • Pagarán los desplazamientos y visitas al pueblo llevadas a cabo por las autoridades de la ciudad.
  • Están obligados a conservar las casas de la señoría.
  • En reconocimiento del vasallaje y amor que deben a sus señorías son obligados de hazer un presente de aves a la ciudad.
  • Queda el dominio universal con la suprema jurisdicción para la Ciudad de Caragoçca siquiere para el puente de aquella.

Edificios destacables

La Iglesia

“ y Martín Alfonso de Suñen edifico la capilla de San Miguel de La Puebla de Alfindén como parece por relación de ocho de Abril” .

Gonzalo Borras, al facilitar esta información en su libro “El Arte Mudéjar Aragonés”, comenta que teniendo en cuenta que la titular de la Iglesia es Nuestra Señora de la Asunción, tal vez la mencionada noticia se refiera a alguna capilla lateral de esta Iglesia o parroquial.

Según este autor, la primitiva Iglesia era de nave única con el ábside polígonal de cinco lados con contrafuertes escalonados, ya que todavía puede corroborarse el muro original merced a una importa de esquinillas, que se ha conservado, por encima de las actuales naves laterales.

La Casa Consistorial

La primitiva Casa Consistorial, desconocemos la finalidad con la que se construyo pero sabemos que data de los siglos XV y XVI, siendo rehabilitada en 1.986.

En el edificio es de destacar el potente alero al modo que tiene el Palacio de los Pardo, actual Museo Camón Aznar; o el Palacio de los Torrero, actual Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón y Rioja; ambos son de la misma época que el construido en nuestro pueblo.

Es de época renacentista, y tiene las características comunes de los palacios construidos en Zaragoza en este tiempo.

“Todos estos palacios tienen los mismos esquemas. Levantados en ladrillo, sus fachadas reciben escasa decoración, con tres plantas, la ultima de ellas galería de arquillos y rematadas por un alero voladoricamente decorado. Desde la calle se entra en el patio, generalmente de planta cuadrada y con dos pisos, soportada la galería superior por columnas, abriéndose en este patio la escalera principal. La decoración escultórica se limita en algunos caso a las portadas, los enmarques de las ventanas y los antepecho, enjutas y otras partes de los patios».

La Ermita de Santa Engracia

“A dos leguas de esta Ciudad, por el camino que va a Barcelona, esta la Puebla de Alfindén, y a medio cuarto de distancia tiene sobre un montecillo una Hermita muy devota de Santa Engracia, a quien cortejan con grande obsequio. Doncurre su día 16 de Abril todo el Pueblo en Procesión, con los vecinos de Pastriz tambien; cantándole Misa bien solemne con Sermón, y que entre año profiguen el mismo culto en todas sus necesidades”.

La cita mencionada está recogida en “Historia del Subterráneo Santuario y Real Monasterio de Santa Engracia”, libro escrito en 1.737 por Fray León Benito Marton y reimpreso en facsímil por la Diputación General de Aragón. Se trata de una obra de gran importancia para el conocimiento del desaparecido monasterio de Sta. Engracia.

En el capítulo X de la Centuria Dezimoquarta, habla del aumento del culto de Santa Engracia en municipios referentes al distrito del Arzobispado de Zaragoza, y cita las ermitas de: La Puebla de Alfindén , San Mateo, Tauste Ojos Negros, etc., las iglesias de Perdiguera, Osera y la capilla de Lecera.

Por tanto, la Ermita de Santa Engracia de La Puebla de Alfindén, se construyó entre 1300 y 1.400. En opinión de C. Lisón, estaba situada en el término del mismo nombre: Sta. Engracia, el cual en la actualidad, está localizado al noroeste del pueblo, limitando con tierras de Zaragoza.

Edad Moderna

Autoridad religiosa

La máxima y única autoridad religiosa era el Arzobispo de Zaragoza. Pero obviamente para el servicio de la Parroquia y de las dos ermitas, la jerarquía religiosa era el Vicario o Párroco, al que, en algunas fechas, ayudaban dos capellanes.

Torre

Posiblemente el documento en que se baso M. Abizanda para reflejar los datos referentes a la construcción de la torre, fue el que ha sido traducido, posteriormente a la publicación de Abizanda, por Carmelo Lisón.

Dicho documento hace referencia a la concordia hecha entre el Señor micer Agostin Caruallo y Avdalla Musayre sobre lo que debía hacer en La Puebla.

El texto dice así:

“..derribar todas aquellas paredes de la iglesia delas que salen a la carrera principal dendel campanal hasta el hostal baxo y ase de tornar a levantar aquella pared de piedra alíjenos (quizá alguna medida) de gordeza de una rrexola y media y que salga toda la dicha pared al fillo del campanal y de la delantera del hostal y de la dicha pared a la parte de la calle aya de ser espalmada y rraida y fecha plana y cortada piedra y el cabo de dentro aya de ser espalmada y rraida y en la dicha pared haya de quedar hun portal para entraren la sobredicha iglesia y la pared que será a la parte del portal haya de ser de rrexola y meda de gruesso porque se acordaron de cargar encima della y mas se aya de facer en el guerto del señor micer agostin unas almenas en aquello que se ha (…) en el sobredicho tapiado y que las dichas almenas hayan de ser siguientes y compartidas según las cercas estan entre almena y almena y ayan de ser en sus orlas (?) de rrexola según las otras estan. La sobredicha paret de la yglesia se a de contar a razón de tapyas de dos con dos y medio de largo y un quodo de alto y el o precyo a cynque sueldos (¿) y asentar la puerta a costa del maestro por el almenar del guerto y aquabar en la manera sobredicha se da cyento y sesenta sueldos”.

Recordar también que el viernes 14 de diciembre del 2001, la UNESCO aprobó la declaración en Helsinki: El Mudéjar de Aragón, Patrimonio de la Humanidad. Fueron seis los monumentos más destacados por la UNESCO, pero además de ellos, están incluidos 68 pueblos con distintos monumentos, todos de la provincia de Zaragoza, apareciendo en esa relación la Torre de la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción de La Puebla de Alfindén.

Otros edificios, obras y manuscritos de interés del patrimonio religioso son: Tallas de madera del Cristo Yacente, proveniente de la Cartuja, y el Cristo en la Cruz, ambas del siglo XVI la Cruz procesional pequeña, considerada de finales del siglo XVI o comienzos del XVII, es llamada así por haber otra en la parroquia de mayor tamaño, llamada la grande la cual es de finales del siglo XIV, comienzos del XV, nueve capillas, la casa del vicario,.. Entre los documentos, son de destacar los libros de bautizos, bodas y defunciones que se conservan en los archivos de la Parroquia de La Puebla y tambien el Informe Pastoral de 1. 656, en el cual se informa con detalle todo lo concerniente a la parroquia en ese año: altares, cofradías, hospital, etc., el cual se conserva en el archivo diocesano.

Informe Pastoral

Una de las obligaciones de los arzobispos era visitar las parroquias de su diócesis, tanto en la ciudad como en los pueblos, por lo que era frecuente que aquellos solicitaran información a los vicarios para conocer sus respectivas parroquias. Concretamente en 1656, se celebro un Sínodo en Valderrobles que comenzó el 9 de Marzo y termino el 6 de Abril, en el cual Juan Cebrian Arzobispo de Zaragoza manda hacer una relación del estado de las iglesias del Arciprestazgo de Zaragoza.

El texto del informe de la parroquia de La Puebla, recogido casi literalmente, dice así:

El licenciado Joseph Sancho, Vicario perpetuo de La Puebla de Alfindén, obedeciendo la instrucción que V. le ha dado para el conocimiento de su Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra.

En dicha Iglesia hay nueve capillas:

San Juan Bautista,
del Cristo,
de la Virgen de la Soledad,
Virgen del Rosario,
San Bartolomé,
Sta. Ana,
San Miguel y
San Roque (la primera mencionada en el informe, es ilegible).

La de la Virgen del Rosario es de la Cofradía del mismo nombre, instituida en la Iglesia y la de la Soledad es de Francisca de La Cruz, Vda. de Clemente Luys Gil; las demás son del lugar.

La vicaria de libre población tiene entre sus ingresos ocho cahíces de trigo, ocho cargas …. y la mitad de la primicia que valdrá 200 libras.

Hay un beneficio fundado por María Catalán y su invocación es de la Asunción de la Virgen, siendo los patronos del mismo el vicario y el curador de dicho lugar. La renta consiste en el usufructo de alguna heredad, cuyo valor será cada año de setenta libras.

Hay, en el lugar, dos cofradías: Ntra. Sra. del Rosario con numero de 15 cofrades que no tiene renta alguna y la otra la de Alfindén fundada en la Ermita de Ntra. Sra. de Alfindén, tiene de renta cuatro cahíces de trigo y 244 sueldos. Las cuentas se dan y pasan con puntualidad. La fabrica de la Iglesia esta a cuenta de un luminero que nombra el vicario en cada un año.

Con respecto al hospital del lugar, señala que no hay cama alguna como solía antes haberlas.

Hace alguna referencia a las primicias y rentas las cuales no debían rendir a su juicio lo suficiente.

Termina señalando que muchos vecinos de la Ciudad de Zaragoza de las parroquias del Pilar y de La Seo que tienen hacienda en dicho lugar de La Puebla se esculpan de pagar la mitad de las primicias con el pretexto de que pagan en las parroquias de Zaragoza por tener allí su domicilio.

Fdo. Joseph Sancho

En el Archivo Parroquial hay tambien constancia de visitas pastorales, en los años 1.690, 1.696 y 1.697.( Hay anteriores, pero actualmente se están rehabilitando los dos primeros tomos del archivo de la Parroquia de La Puebla, por lo que obtener información, será posible, cuando se hayan reparado).

Monumento

6 de Junio de 1.585. “Mosen Antón Bailo y otros de La Puebla de Alfindén contratan los servicios del carpintero Martín Salvador, para la obra del monumento de la Eucaristía en la Semana Santa».

Mosen Antón Bailo era el vicario de La Puebla y el alcalde Simón Martínez, estos con los jurados Juan de Uxeo y Domingo de Alvero, se reunieron con Martín Salvador, carpintero y vecino de Zaragoza.

12 de Noviembre de 1.585. “El carpintero Martín Salvador contrata los servicios del pintor Juna de Ribera, para la obra de dorado y pintado, del monumento de la Eucaristía en la Semana Santa, destinado a la iglesia parroquial de La Puebla de Alfindén”.

Este monumento, según nos relata, Carmelo Lisón, existía en La Puebla, hasta hace relativamente poco tiempo, y se erigía para Semana Santa. Estaba levantado sobre una plataforma de madera y adornado por varios arcos elevados que lo cubrían y le daban profundidad y belleza. El monumento se colocaba en la nave lateral del lado del evangelio.

Los arcos de madera, estaban cubiertos de telas pintadas con grandes figuras de profetas y figuras del Antiguo Testamento en la parte inferior y con profusión de adornos en la superior.

Martín Salvador se obligó a construir el monumento de madera de acuerdo con las medidas que le proporcionaron. Por su parte, las autoridades del pueblo se comprometieron a pagarle cien escudos, equivalentes a mil sueldos jaqueses.

A su vez, para cumplir con la propuesta que le hicieron, le exigieron que debería estar terminado y en el pueblo, el Domingo de Ramos de 1586. La traída de Zaragoza será pagada por la Iglesia. El dinero será efectivo en tres tandas: la primera al hacer el encargo, la segunda para el día de todos los Santos de 1.585 y la tercera el día de Pascua de Resurrección de 1.586.

En la última cláusula se especifica que Martín Salvador asegura el dinero que se le da por medio de una fianza, para en caso de que falte por muerte o que por alguna otra razón no pueda cumplir con el compromiso que adquiere.

Firmaron el compromiso, además del vicario, Juan Oliva, escribano del pueblo y Valero Martínez, consejero.

Como hemos observado, en dicho contrato, se hace tambien referencia a las pinturas que han de decorar los arcos, realizadas por el pintor Zaragozano, Juan de Ribera, quien ha de pintarlo con arreglo a boceto.

Le imponen como condición los colores blancos, negro y colorado o amarillo. En las basas y capiteles deberá poner plata corlada, esto es bruñidas o barnizada para que parezca dorada. En los encasamientos de los arcos pintará unos profetas y un brutesco (adornos arquitectónicos propios del Renacimiento con animales y follaje). En el remate final aparecerá la figura de Dios Padre.

En cuanto a la forma de colocar el conjunto, se deja a la imaginación y buen gusto del pintor.

Por la labor pictórica, se comprometen a entregar al pintor veintitrés libras, pagaderos tambien en tres periodos. Si en el camino de las pinturas al pueblo sufren estas deterioro deberá recomponerlas a su coste el pintor. Si enferma o muere se encargará el carpintero Martín Salvador de buscar a otro pintor para que termine de ejecutar la obra con arreglo a las mismas condiciones.

La vivienda de este tiempo nos es conocida, ya que se siguen conservando casas construidas en estas centurias, o sea de los siglos XVI y XVII, situadas en la calle Mayor nº: 6, 8, 11, 13 y 31.

Los primeros documentos haciendo referencia a nuestra Torre, recordar la cita que señala M. Abizanda:

 

“El 31 de Enero de 1.512, Mosen DOMINGO AGUSTÍN, Caballero, contrató a AUDALLA MUSAIRE, moro, habitante de Zaragoza, el derribo de alguna de las paredes de la Iglesia de la Puebla de Alfindén. Arreglo dichas paredes, la torre y la portada de la Iglesia, haciéndolas casi de nuevo según el arte de dicho Audalla, maestro de casas”.

Comunicaciones, cartografías

La comunicación con Zaragoza, desde finales del siglo XV (1.471), puede entender que había mejorado ya que se había finalizado de construir el puente de piedra. En el río Gallego seguía existiendo el servicio de barcas.

Pero, además, en estas centurias, contamos con el auge de la cartografía y así la mayor fuente de información sobre las comunicaciones, la podemos observar en los distintos mapas que se confeccionaron en estos siglos. Con respecto a la Puebla, la primera constancia de la aparición del pueblo en un mapa es en 1.546, cuando el valenciano Juan Villuga publica el “Repertorio de todos los caminos de España”. Posteriormente fueron importantes los mapas confeccionados por Meneses y Juan Bautista Labaña.

Visitas destacadas

Dada la localización de nuestro pueblo con su calle mayor a lo largo de una de las carreteras principales de España no es de extrañar que por él hayan pasado, desde antiguo, viajeros ilustres. Al escribir posteriormente las Memorias o Relaciones de sus andanzas por tierras hispanas dedicaron, a veces, algunas líneas a nuestro pueblo.” ( C. Lisón, Programa de F. de 1.991)

Y así, tenemos testimonio de seis autores que hicieron alguna referencia del pueblo. Cinco de ellos visitaron La Puebla, acompañando a alguna persona revelante y Juan Bautista Labaña, que aunque no visito La Puebla hizo referencias a ella al realizar el Mapa de Aragón. Dichos visitantes fueron Micer Andrés Navagero, Gaspar Barreiros, Felipe II, Cosme de Medicis acompañado de Pier Mª Baldi, el cual realiza la acuarela de La Puebla en 1.668, y Juan José de Austria.

Vecinos destacados

La Puebla, durante todos estos siglos, siempre fue una localidad pequeña pero a pesar de ello conocemos sobre la vida de dos religiosos distinguidos:

Isabel de Estadilla. Nacida y vecina de La Puebla, de esclarecido linaje, el 22 de Noviembre de 1.572 contrajo matrimonio en la Iglesia Parroquial de nuestro pueblo, con Fernando de Arilla, caballero hidalgo originario del Serrablo.

Posteriormente, el matrimonio, trasladó su residencia a Villamayor allí nacería su hija Martina de Arilla , la cual llega a ser Venerable después de haber profesado como religiosa dominica el convento de Santa Fe, en Zaragoza.

Francisco Sobrecasas. Nació en La Puebla en 1.646, profesando la regla de Santo Domingo en el Real Convento de Zaragoza el 6 de Noviembre de 1.661. Llega a ser Maestro de la provincia de Aragón y examinador Sinodal de los Arzobispados de Toledo y Zaragoza. Con dotes para la escritura, escribió y publicó varias obras. Su nombre y fama de orador llega a la Corte, siendo nombrado y obteniendo el cargo de Predicador del Rey Carlos II. Mas tarde, en 1.689, seria nombrado por el mismo Rey Arzobispo de Caller, en Cerdeña, donde fallecería en 1.698.

Edificios destacables

En las dos centurias de la Edad Moderna, se realizaron distintas obras importantes como la construcción de la torre y la ampliación de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción en la que se incorporaron las dos naves laterales así como el coro. Así mismo, en 1585, se manda construir un monumento para semana santa, el cual perduraba todavía a comienzos de este recién pasado siglo XX. Se amplia, también, el edificio de lo que hoy es la Casa Consistorial.

Festividades y costumbres

En estos siglos, como en anteriores, seguían siendo frecuentes las fiestas religiosas. En La Puebla se celebraban, al menos la dedicada al Virgen de Alfindén, la de Nuestra Sra. del Rosario la del Niño Jesús y la de Santa Engracia, el 16 de Abril (se festejó al menos, hasta finales del siglo XVIII).

Las fiestas de Santa Engracia y la de la Virgen de Alfindén, las celebraban yendo en solemne procesión el día de la fiesta a las ermitas respectivas, posteriormente se celebraba la misa y finalizada esta se esparcían en torno al santuario, terminando la fiesta en comida festiva. Para celebrar las festividades de Nuestra Sra. del Rosario y del Niño Jesús, tambien salían en procesión por las calles del pueblo.

Los alfindeños de entonces, además de las celebraciones mencionadas, iban como romeros y en procesión a celebrar la fiesta de Sta. Ana en Pastriz, a la de Ntra. Sra. de la Peña en Alfajarin y a la Virgen del Pueyo en Villamayor.

Otras de las costumbres festivas pero mas profanas, del siglo XVII, estaba la de correr vaquillas por las calles del pueblo. Entre los juegos estaba el de la pelota (en la plaza) y las cartas y se conocía ya el tabaco y se fumaba.

A la orden de los tres clérigos (vicario y capellanes) y con cierta autoridad trabajaban los colectores de mantas, los procuradores y mayordomos de las cofradías, y los lumineros y administradores de la Iglesia y de las ermitas de Alfindén y Santa Engracia.

Actuaban a la vez un notario de legados píos y un juez de pías causas. Según costumbre testaban, antes de morir y otorgaban por sus animas limosnas, encargaban misas y aniversarios, pagaban diezmos y primicias y dejaban obras y legados píos para su eterno descanso. Las rentas eclesiásticas, los beneficios y capellanías se invertían en los tres clérigos, en la conservación de la iglesia, ermitas y cementerio, en la costosa iluminación de la parroquia y en el pago de pequeñas cantidades a todos aquellos que ocupaban algún puesto de responsabilidad.

Edad Contemporánea

Fisonomía

En el aspecto y edificación existente en La Puebla, es de hacer notar que el efecto de la muralla fue desapareciendo, probablemente, conforme se hicieron nuevas viviendas o corrales, tras las puertas falsas de ambas calles: mayor y alta.

Haciendo alusión a las puertas de entrada, comentar que a comienzos del pasado siglo XX seguían existiendo; siendo estas: la “puerta de Zaragoza”, situada a la entrada de La Puebla viniendo de Zaragoza, y la “puerta de salida del pueblo”, conocida como “puerta de Alfajarin”, ubicada donde hoy confluyen la Calle Mayor y Calle del Sol.

Viviendas

Los estudios se van ampliando en detalles, y así conocemos, el numero de viviendas en distintas fechas, así como las calles existentes en el pueblo.

Sobre las viviendas señalar que fueron creciendo considerablemente ya que pasan de 53 en 1.718 a 128 en 1.849 . Por otra parte las calles existentes, concretamente en 1.804, eran: Baja, Planillo, Alta, Plazuela, Horno, Iglesia, y Fuertes, siendo como es fácil deducir, que las mayores, en numero de viviendas, eran la Calle Baja, hoy Calle Mayor y Calle Alta, con 39 y 31 casas respectivamente.

Población

En la centuria del 700, la población oscila bastante, entre 35 a 130 vecinos. En 1840, según el informe de Madoz, era de 126 familias (600 habitantes).

Lo mas destacable de este tiempo es el censo de 1.768 , en el cual además de conocer el numero de habitantes, 552, sabemos las características de su población, sexo, edad, etc.

Gobierno Municipal

Destacar que en la actualidad conservamos los libros de resoluciones, acuerdos y determinaciones en el Archivo del Ayuntamiento de La Puebla sobre el regimiento del municipio de 1.798 a 1810. Gracias a esta documentación conocemos bastante bien el funcionamiento del ayuntamiento, su composición y preocupaciones de la localidad.

La junta municipal estaba compuesta por un alcalde, dos regidores que supervisaban el orden, gobierno y justicia del municipio, y dos diputados, delegados de los vecinos y a quienes representaban en el ayuntamiento.

Recursos económicos

Estratificación social de los agricultores: Antonio Peinó, al hablar de la economía sobre las localidades que formaban parte del señorío de Zaragoza, nos facilita algunos datos de la economía de La Puebla en 1768 y así conocemos que los cultivos que se daban en la superficie regada que era de 774,68 Has eran:

  • Cereal: 640,50 Has., principalmente trigo, ya que suponía el 87,7% de la tierra cultivada.
  • Viñedo: 91,31 Has., 11,8% de la tierra cultivada.
  • Olivar: 5,13 Has.
  • Huerto: 2,06.
  • Frutal: 35,69.

El tamaño medio de la propiedad, era de 7,67 Hectáreas, cifra semejante a la extensión media por propietario en Zaragoza y en el resto de las poblaciones de su señorío.

Una parte importante de la tierra estaba en manos de cultivadores directos: labradores y artesanos, lo que representaba en La Puebla el 43,6% de la tierra.

La nobleza se hallaba presente en los Marqueses de Ayerbe y de Bélgida poseyendo el 12,5 de la tierra cultivada. En total los hacendados, poseían el 20,3% de la tierra cultivada, las Instituciones Eclesiásticas (Cuerpos inmortales) apenas disponían de 11 Has, lo que representaba el 1,0% de la tierra cultivada.

Algunos de los propietarios residían fuera del pueblo, los cuales fueron escasos en el siglo XVIII, aumentando bastante en el siguiente.

Hacia 1.849 las tierras cultivadas en el termino municipal de La Puebla de Alfindén eran un total de 703,07 Has de ellas 596,20 eran de regadío y 106,83 de secano. Sobre la ganadería, a mediados del siglo XIX, había ganado lanar, caballar, mular, yeguar y asnal.

Visitantes

Entre los visitantes hacer referencia a Didier el cual paso por la Puebla en 1836, dejando escritas algunas anotaciones .

Del señorío al municipio: Son muchos los cambios que se producen en el ámbito nacional en la primera mitad del siglo XIX, con ello desaparecería definitivamente el sistema de señoríos, Aragón se divide en tres provincias, a saber, Huesca, Zaragoza y Teruel”.

En 1.833, aparecen, en España, 49 provincias y con la legislación de 1.834 sobre ayuntamientos, la mayoría de las localidades incluidas dentro del termino de Zaragoza obtienen, de derecho, la independencia administrativa que ya ejercían de hecho.

El reconocimiento de termino propio paran La Puebla seria a partir de la mojonación de 1.839. Hubo algunas correcciones posteriores tras las cuales quedo establecido que la extensión de La Puebla de Alfinden es de 17,5 Km2.

La Puebla por tanto deja de formar parte del señorío de Zaragoza y según Madoz , en 1853 era un Lugar, con ayuntamiento de la provincia, partido judicial, audiencia territorial y diócesis de Zaragoza (2 leguas) capitanía general de Aragón.

Patrimonio religioso

Ya que en el Archivo de la Parroquia de La Puebla se conservan los libros de bautizos, bodas y defunciones, es posible hacer estudios de su población así como tener detalles de la parroquia, los cuales quedan reflejados en las visitas pastorales las cuales se efectuaron en los siguientes años: 1.704, 1.713, 1.718, 1.727, 1733, 1740, 1.747, 1.772,1.787,1.796 y en 1.804.

Otra fuente de información importante es el Archivo Diocesano, en el cual, en estos 150 años, contamos con tres informes pastorales, realizados en 1771, 1. 786 y 1.849.

En estos informes expuestos por los párrocos para las visitas pastorales, tenemos una visión bastante precisa del patrimonio religioso, así como detalles del funcionamiento de la Parroquia.

Y aunque parte de ese patrimonio se ha perdido, me parece de interés, tanto por su valor artístico como por su cronología, hacer referencia a:

La pintura de Santa Isabel perteneciente a la parroquia de La Puebla y que todavía se conserva en la actualidad.
El órgano, sin uso hace ya muchos años pero del cual hay interés por parte de algunos alfindeños en su restauración.
Las cofradías, las cuales eran: la de Nuestra. Sra. del Rosario, la de la Virgen de Alfindén y la del Dulcísimo Nombre de Jesús, esta ultima ya desaparecida. La primera documentación que hace referencia a las dos primeras es del año 1656, con respecto a la tercera, corresponde a 1771.
Y por ultimo, hacer referencia a los dances de La Puebla, los cuales que son cuatro, fueron escritos: tres en el siglo XVIII (1.723, 1.730 y 1.734) y uno en el siglo XIX (1.884). El Primero y el tercero, están dedicados a la Virgen del Rosario, y el segundo y cuarto a la Virgen de la Asunción y San Roque. Sobre ellos hay una publicación editada por el Ayuntamiento de la Puebla.

  • La pintura de Santa Isabel perteneciente a la parroquia de La Puebla y que todavía se conserva en la actualidad.
  • El órgano, sin uso hace ya muchos años pero del cual hay interés por parte de algunos alfindeños en su restauración.
  • Las cofradías, las cuales eran: la de Nuestra. Sra. del Rosario, la de la Virgen de Alfindén y la del Dulcísimo Nombre de Jesús, esta ultima ya desaparecida. La primera documentación que hace referencia a las dos primeras es del año 1656, con respecto a la tercera, corresponde a 1771.
  • Y por último, hacer referencia a los dances de La Puebla, los cuales que son cuatro, fueron escritos: tres en el siglo XVIII (1.723, 1.730 y 1.734) y uno en el siglo XIX (1.884). El Primero y el tercero, están dedicados a la Virgen del Rosario, y el segundo y cuarto a la Virgen de la Asunción y San Roque. Sobre ellos hay una publicación editada por el Ayuntamiento de la Puebla.